jueves, 1 de septiembre de 2016

El fin del verano

Durante la última semana de junio todo fueron buenas ideas y magníficas intenciones. Esto es a lo que iba a dedicar mi tiempo libre:

"Mi tiempo libre" (foto por PCA (c))
  1. Mejorar mi inglés.
  2. Ordenar el disco duro para liberar espacio.
  3. Montar un álbum con las fotos antiguas.
  4. Aprender a preparar un marmitako de bacalao.
  5. Empezar alguna actividad de DIY.
  6. Leer el último éxito de Jöel Dicker.
  7. Ponerme al día en “Juego de Tronos”.
  8. Organizar una fiesta temática.
  9. Dejar de una vez por todas esa adicción.
  10. Hacer un viaje a algún sitio más fresquito.
  11. Llegar a la playa algún día antes de la una de la tarde.
  12. Bañarme en el mar alguna noche a la luz de la luna llena.
  13. Ver amanecer todos los días.
  14. Hacer ejercicios de cardio todas las mañanas.
  15. Pasear por la orilla del mar todas las tardes.
  16. Mirar el cielo estrellado todas las noches.
  17. Empezar la preparación de esa prueba que tengo en noviembre.
  18. Hacer esa ruta en bicicleta que cada año aplazo.
  19. Hacer las paces con... (ella ya sabe quién es).
  20. Escribir en el blog un post semanal.
¡Interesantes planes, sin duda, los que tenía en el mes de junio! Hoy, primero de septiembre, con mis vacaciones agotadas, me pregunto qué fue de aquellos planes de verano recién nacido. La respuesta es sencilla: No he hecho nada de mi lista.

"El fin del verano", por Danza Invisible

El fin del verano siempre es triste por muchos motivos. En mi caso, que no he cumplido con las expectativas, más aún. No sé. Quizá las expectativas fueran demasiado exigentes.

En cambio, he hecho algo que no estaba en la lista. Este verano me he dedicado sólo a engordar. Engordar, engordar, engordar.

(Y hoy, me toca algo que sólo hago una vez al año y que cada vez me hace sentir más viejo. ¡Qué pereza!)

No hay comentarios:

Publicar un comentario